La riqueza y la pobreza de las naciones : Por qué algunas son tan ricas y otras son tan pobres / David S. Landes

Por: Landes, David S, 1924-2013 [autor]Colaborador(es): Jordán, Santiago [Traducción]Tipo de material: TextoTextoIdioma: Español Barcelona : Crítica, 2017Descripción: 604 páginas : Mapas ; 23x15.5 cmsTipo de contenido: texto Tipo de medio: sin mediación Tipo de portador: volumenISBN: 97884170676108Tema(s): Riqueza -- Historia | Pobreza -- Historia -- Europa | Historia económica | Desarrollo económico -- Aspectos sociales | Desigualdad económica regional -- HistoriaClasificación CDD: 330.16
Contenidos:
Capítulo 1: Las desigualdades de la naturaleza - Capítulo 2: Respuestas a los condicionamientos geográficos: Europa y China - Capítulo 3: La excepción europea: una senda diferente - Capítulo 4: Invención de la invención - Capítulo 5: La gran apertura - Capítulo 6: ¡Al este! - Capítulo 7: De los descubrimientos al imperio - Capítulo 8: Islas agridulces - Capítulo 9: El imperio en el este - Capítulo 10: Por amor al lucro - Capítulo 11: Golconda - Capítulo 12: Vencedores y perdedores: balance del imperio - Capítulo 13: Naturaleza de la revolución industrial - Capítulo 14:¿Por qué Europa? ¿Por qué entonces? - Capítulo 16: A la caza de Albión - Capítulo 17: no se hace dinero sin dinero - Capítulo 18: El saber es oro - Capítulo 19: Confines - Capítulo 20: El estilo sudamericano - Capítulo 21: El imperio celeste: estancamiento y retroceso - Capítulo 22: Japón: los últimos serán primeros - Capítulo 23: La restauración Meiji - Capítulo 24: ¿Comete la historia errores? - Capítulo 25: El imperio y lo que vino después - Capítulo 26: Pérdidas de hegemonía - Capítulo 27: Vencedores y - Capítulo 28: Vencidos - Capítulo 29: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿A dónde vamos?
Resumen: Los países tropicales, excepto en altitudes elevadas, no conocen las heladas; las temperaturas medias en los meses más fríos son superiores a los 18 grados C.,razón por la que constituyen un hervidero de actividad biológica, gran parte de la cual resulta destructiva para el hombre. El África subsahariana constituye una amenaza para todos sus habitantes o visitantes. Gracias a los reconocimientos médicos que se efectúan a los reclutas de los ejércitos de las nuevas naciones que van surgiendo, estamos empezando a vislumbrar la magnitud del problema. Por ejemplo, se saben que muchas personas no portan sólo un parásito, sino varios, por lo que están demasiado enfermas para trabajar y empeoran lentamente. Basten uno o dos ejemplos para ilustrar la situación a grandes rasgos. En las cálidas aguas africanas o asiáticas, ya se trate de canales, estanques o corrientes, vive un caracol portador de un gusano (esquistosoma) que se reproduce soltando en el agua de larvas diminutas con flagelo (cercariae), en busca de un organismo mamífero huésped, para penetrar en él a través de mordeduras o rasguños u otras fisuras de la piel. Una vez alojadas confortablemente en una vena, las larvas se convierten en pequeños gusanos y se aparean. Las hembras ponen millares de huevos con espinas, para impedir que el organismo huésped pueda deshacerse de ellos. Estos huevos se abren paso al hígado o los intestinos, rasgando los tejidos a medida que avanzan. Puede imaginarse su efecto sobre los órganos. destrozan el hígado, causan hemorragias intestinales , producen lesiones carcinógenas, entorpecen la digestión y la evacuación. La víctima se ve aquejada de escalofríos y fiebres, es incapaz de trabajar y se vuelve tan vulnerable a otras enfermedades y parásitos que a menudo resulta difícil precisar qué es lo que la está matando. En los últimos decenios, la medicina ha descubierto varios remedios parciales, aunque la capacidad destructiva de los vermicidas en cuestión hace que la curación sea casi tan perniciosa como la enfermedad. La medicina ha realizado grandes progresos en la lucha contra estas enfermedades. Su papel se remonta al comienzo de la presencia europea: los europeos, no preparados físicamente para los rigores y peligros específicos de los climas cálidos, trajeron médicos consigo.
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Capítulo 1: Las desigualdades de la naturaleza - Capítulo 2: Respuestas a los condicionamientos geográficos: Europa y China - Capítulo 3: La excepción europea: una senda diferente - Capítulo 4: Invención de la invención - Capítulo 5: La gran apertura - Capítulo 6: ¡Al este! - Capítulo 7: De los descubrimientos al imperio - Capítulo 8: Islas agridulces - Capítulo 9: El imperio en el este - Capítulo 10: Por amor al lucro - Capítulo 11: Golconda - Capítulo 12: Vencedores y perdedores: balance del imperio - Capítulo 13: Naturaleza de la revolución industrial - Capítulo 14:¿Por qué Europa? ¿Por qué entonces? - Capítulo 16: A la caza de Albión - Capítulo 17: no se hace dinero sin dinero - Capítulo 18: El saber es oro - Capítulo 19: Confines - Capítulo 20: El estilo sudamericano - Capítulo 21: El imperio celeste: estancamiento y retroceso - Capítulo 22: Japón: los últimos serán primeros - Capítulo 23: La restauración Meiji - Capítulo 24: ¿Comete la historia errores? - Capítulo 25: El imperio y lo que vino después - Capítulo 26: Pérdidas de hegemonía - Capítulo 27: Vencedores y - Capítulo 28: Vencidos - Capítulo 29: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿A dónde vamos?

Los países tropicales, excepto en altitudes elevadas, no conocen las heladas; las temperaturas medias en los meses más fríos son superiores a los 18 grados C.,razón por la que constituyen un hervidero de actividad biológica, gran parte de la cual resulta destructiva para el hombre. El África subsahariana constituye una amenaza para todos sus habitantes o visitantes. Gracias a los reconocimientos médicos que se efectúan a los reclutas de los ejércitos de las nuevas naciones que van surgiendo, estamos empezando a vislumbrar la magnitud del problema. Por ejemplo, se saben que muchas personas no portan sólo un parásito, sino varios, por lo que están demasiado enfermas para trabajar y empeoran lentamente.
Basten uno o dos ejemplos para ilustrar la situación a grandes rasgos.
En las cálidas aguas africanas o asiáticas, ya se trate de canales, estanques o corrientes, vive un caracol portador de un gusano (esquistosoma) que se reproduce soltando en el agua de larvas diminutas con flagelo (cercariae), en busca de un organismo mamífero huésped, para penetrar en él a través de mordeduras o rasguños u otras fisuras de la piel. Una vez alojadas confortablemente en una vena, las larvas se convierten en pequeños gusanos y se aparean. Las hembras ponen millares de huevos con espinas, para impedir que el organismo huésped pueda deshacerse de ellos. Estos huevos se abren paso al hígado o los intestinos, rasgando los tejidos a medida que avanzan. Puede imaginarse su efecto sobre los órganos. destrozan el hígado, causan hemorragias intestinales , producen lesiones carcinógenas, entorpecen la digestión y la evacuación. La víctima se ve aquejada de escalofríos y fiebres, es incapaz de trabajar y se vuelve tan vulnerable a otras enfermedades y parásitos que a menudo resulta difícil precisar qué es lo que la está matando.
En los últimos decenios, la medicina ha descubierto varios remedios parciales, aunque la capacidad destructiva de los vermicidas en cuestión hace que la curación sea casi tan perniciosa como la enfermedad.

La medicina ha realizado grandes progresos en la lucha contra estas enfermedades. Su papel se remonta al comienzo de la presencia europea: los europeos, no preparados físicamente para los rigores y peligros específicos de los climas cálidos, trajeron médicos consigo.



Departamento De Economía Y Administración

Título original: The wealth and poverty of Nations why Some Are So Rich and Some So Poor

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